Esguince de tobillo

Introducción a los esguinces de tobillo

Los esguinces de tobillo figuran entre las lesiones musculoesqueléticas más frecuentes, y afectan tanto a los deportistas como a la población en general. Estas lesiones, que afectan sobre todo a los ligamentos laterales, pueden provocar problemas persistentes como inestabilidad crónica del tobillo y artrosis postraumática. Esta completa guía explora los conocimientos más recientes sobre el diagnóstico, el tratamiento y la rehabilitación de los esguinces de tobillo basándose en revisiones sistemáticas y guías de práctica clínica (GPC).

Epidemiología e impacto

Los esguinces de tobillo representan una parte importante de las lesiones deportivas, con un 12% de los casos en los servicios de urgencias y hasta un 30% de las lesiones relacionadas con el deporte. En deportes como el baloncesto y el fútbol, los esguinces laterales de tobillo son especialmente frecuentes, con hasta un 75% de afectación de los ligamentos laterales. El impacto económico es considerable, con un gasto anual de millones en tratamiento y gestión.

Síntomas de los esguinces de tobillo

Presentación clínica de los esguinces de tobillo

Los esguinces de tobillo se manifiestan a través de diversos síntomas que dependen de la gravedad de la lesión. Estos signos son esenciales para un diagnóstico preciso y orientan a los médicos a la hora de determinar el enfoque terapéutico adecuado.

Síntomas comunes de los esguinces de tobillo

  1. Dolor:
    • Como síntoma característico, el dolor se localiza en la cara lateral del tobillo, especialmente sobre el ligamento talofibular anterior (ATFL) y el ligamento calcaneofibular (CFL).
    • La intensidad del dolor puede variar en función del grado del esguince. Los esguinces graves (grado III) suelen implicar un dolor extremo que limita la movilidad.
  2. Hinchazón:
    • La hinchazón suele producirse en el lugar de la lesión debido a la inflamación y al daño de los tejidos blandos.
    • En las fases agudas, la inflamación puede extenderse al pie debido a la gravedad si el paciente es ambulatorio.
  3. Hematomas (equimosis):
    • En 24-48 horas pueden aparecer hematomas en la zona lesionada, que a menudo se extienden a lo largo del pie como consecuencia de la gravedad.
    • La gravedad de los hematomas se correlaciona con la extensión del daño tisular.
  4. Reducción de la amplitud de movimiento (ROM):
    • Los pacientes suelen tener dificultades para mover el tobillo, especialmente en movimientos de inversión y eversión.
    • Los casos graves pueden provocar una rigidez importante y una dorsiflexión o plantarflexión limitadas.
  5. Inestabilidad:
    • Sensación de «ceder» o inestabilidad en la articulación del tobillo, especialmente en casos recurrentes o crónicos.
    • Las pruebas de provocación, como el cajón anterior y las pruebas de inclinación del astrágalo, suelen revelar un aumento de la laxitud de los ligamentos.
  6. Ternura:
    • Durante la palpación, suele observarse una sensibilidad puntual en los ligamentos lesionados, como el ATFL y el CFL.
    • La sensibilidad difusa puede indicar lesiones de mayor grado o fracturas asociadas.
  7. Dificultad de carga:
    • Los pacientes con esguinces graves suelen referir incapacidad para soportar peso sobre la extremidad afectada.
    • La dificultad persistente para soportar peso puede indicar lesiones asociadas, como fracturas.
  8. Anomalías de la marcha:
    • Los patrones de marcha alterados, como la marcha antálgica, se desarrollan cuando el paciente intenta evitar más dolor o tensión en el tobillo lesionado.

Observaciones adicionales

  • Síntomas retardados:
    • Si no se tratan con prontitud, síntomas como la inflamación, los hematomas y la inestabilidad pueden empeorar con el tiempo, complicando la recuperación.
  • Síntomas asociados:
    • En algunos casos, las lesiones acompañantes, como los daños tendinosos u osteocondrales, pueden causar dolor o disfunción adicionales en el pie o el mediopié.

Gravedad de los síntomas por grado

  • Grado I: Inflamación leve, sensibilidad mínima y sin pérdida significativa del ROM.
  • Grado II: Hinchazón moderada, equimosis, sensibilidad y dificultad parcial para sostener el peso.
  • Grado III: Hinchazón grave, hematomas extensos, sensibilidad, inestabilidad e incapacidad para soportar peso.

Diagnóstico y clasificación

El diagnóstico comienza con una anamnesis y una exploración física detalladas, apoyadas por pruebas de imagen en caso necesario. La clasificación de los esguinces, desde leves (grado I) a graves (grado III), orienta las decisiones terapéuticas. Las pruebas de provocación, como la prueba del cajón anterior y la prueba de inclinación del astrágalo, evalúan la integridad del ligamento.

Enfoques de tratamiento

  1. Gestión de la fase aguda:
    • Crioterapia: Reduce eficazmente el dolor y la inflamación cuando se aplica en las primeras 48 horas.
    • Apoyo funcional: Las ortesis y el vendaje ofrecen mejores resultados que la inmovilización.
    • Aumento precoz de peso: Se recomienda para mejorar la recuperación y reducir los síntomas.
  2. Rehabilitación:
    • Terapia de ejercicios: Esencial para restaurar la amplitud de movimiento (ROM), la fuerza y la propiocepción. Se recomiendan programas progresivos que incluyan estiramientos, fortalecimiento y entrenamiento neuromuscular.
    • Terapia manual: Eficaz para mejorar la amplitud de movimiento y reducir el dolor.
  3. Intervenciones controvertidas:
    • Ultrasonidos y electroterapia: Pruebas limitadas apoyan su uso.
    • Acupuntura: Beneficios potenciales pero no concluyentes debido a la heterogeneidad de los estudios.
  4. Intervención quirúrgica:
    • Reservado para casos con inestabilidad crónica o roturas graves de ligamentos.

Consideraciones sobre la vuelta al deporte

Los deportistas necesitan planes de rehabilitación a medida para volver a jugar con seguridad. Los criterios clave son el restablecimiento del ROM, la fuerza y el rendimiento funcional. La decisión debe basarse en la evidencia, incorporando los comentarios del equipo de rehabilitación.

  • Intervención precoz: El inicio rápido de los tratamientos funcionales mejora significativamente los resultados.
  • Rehabilitación a medida: Los programas deben adaptarse a las necesidades individuales y a la gravedad de la lesión.
  • Práctica basada en la evidencia: Los médicos deben basarse en directrices clínicas sólidas para la toma de decisiones.

 

¿Tiene más preguntas?

Q. ¿Cómo puedo saber si mi esguince de tobillo alto es grave?
R. Los esguinces de tobillo altos graves pueden implicar incapacidad para caminar, dolor intenso con un movimiento mínimo e hinchazón o hematomas importantes. Para el diagnóstico puede ser necesaria una resonancia magnética o una radiografía.

Q. Los esguinces de tobillo altos, ¿requieren cirugía?
R. La cirugía sólo es necesaria en casos graves en los que existe un daño importante en los ligamentos o inestabilidad en la articulación del tobillo. Un médico valorará si es necesaria una intervención quirúrgica.

Q. ¿Puedo caminar con un esguince de tobillo alto?
R. Es posible caminar con esguinces leves, pero los esguinces de moderados a graves requieren reposo, ortesis o muletas para evitar lesiones mayores.

Q. ¿Qué tipos de ejercicios de rehabilitación ayudan en los esguinces de tobillo alto?
R. Los ejercicios de rehabilitación incluyen movimientos de amplitud de movimiento, ejercicios con bandas de resistencia, entrenamiento del equilibrio y ejercicios de fortalecimiento de la parte inferior de la pierna y el pie.

Q. ¿Cómo puedo reducir la hinchazón en un esguince de tobillo alto?
R. La hinchazón puede controlarse siguiendo el protocolo RICE: Reposo, Hielo, Compresión y Elevación. La medicación antiinflamatoria también puede ayudar.

Q. ¿Cuándo debo consultar a un médico por un esguince de tobillo alto?
R. Debe consultar a un médico si experimenta dolor intenso, dificultad para caminar, hinchazón excesiva o si los síntomas no mejoran al cabo de unos días de tratamiento en casa.

Q. ¿Qué es un esguince de tobillo alto?
R. Un esguince de tobillo alto, también conocido como esguince de tobillo sindesmótico, implica una lesión de los ligamentos que conectan la tibia y el peroné por encima de la articulación del tobillo.

Q. ¿En qué se diferencia un esguince de tobillo alto de un esguince de tobillo común?
R. A diferencia de los esguinces de tobillo laterales comunes causados por una torsión hacia dentro, los esguinces de tobillo altos son el resultado de una rotación externa del pie y la pierna.

Q. ¿Cuáles son las causas habituales de los esguinces de tobillo alto?
R. Los esguinces de tobillo alto suelen producirse por lesiones de rotación externa, como cuando el pie es forzado hacia fuera mientras la pierna permanece inmóvil.

Q. ¿Cómo se diagnostica un esguince de tobillo alto?
R. El diagnóstico implica pruebas clínicas como la prueba del «apretón», estudios de imagen como radiografías, ecografías o resonancias magnéticas para evaluar el daño ligamentoso.

Q. ¿Cuál es el tratamiento típico de un esguince de tobillo alto?
R. El tratamiento puede incluir reposo, aplicación de hielo, compresión, elevación y, en casos graves, intervención quirúrgica para estabilizar la articulación del tobillo.

Q. ¿Cuánto dura el periodo de recuperación de un esguince de tobillo alto?
R. La recuperación puede oscilar entre unos días y seis meses, dependiendo de la gravedad de la lesión y del cumplimiento de los protocolos de rehabilitación.

Q. ¿Existen complicaciones asociadas a los esguinces de tobillo alto?
R. Entre las posibles complicaciones se incluyen el dolor persistente, la inestabilidad y un mayor riesgo de volver a lesionarse si no se trata adecuadamente.

Q. ¿Pueden prevenirse los esguinces de tobillo altos?
R. Las medidas preventivas incluyen un entrenamiento adecuado, ejercicios de fuerza, uso de calzado apropiado y evitar actividades que supongan una tensión excesiva para los ligamentos del tobillo.

Dr. Mo Athar
Dr. Mo Athar
A seasoned orthopedic surgeon and foot and ankle specialist, Dr. Mohammad Athar welcomes patients at the offices of Complete Orthopedics in Queens / Long Island. Fellowship trained in both hip and knee reconstruction, Dr. Athar has extensive expertise in both total hip replacements and total knee replacements for arthritis of the hip and knee, respectively. As an orthopedic surgeon, he also performs surgery to treat meniscal tears, cartilage injuries, and fractures. He is certified for robotics assisted hip and knee replacements, and well versed in cutting-edge cartilage replacement techniques.
In addition, Dr. Athar is a fellowship-trained foot and ankle specialist, which has allowed him to accrue a vast experience in foot and ankle surgery, including ankle replacement, new cartilage replacement techniques, and minimally invasive foot surgery. In this role, he performs surgery to treat ankle arthritis, foot deformity, bunions, diabetic foot complications, toe deformity, and fractures of the lower extremities. Dr. Athar is adept at non-surgical treatment of musculoskeletal conditions in the upper and lower extremities such as braces, medication, orthotics, or injections to treat the above-mentioned conditions.